Terra Nova es un estado situado en lo más profundo de la selva del Ser, es una isla en medio del océano de la Existencia, y principalmente en el punto central de la Sabiduría de toda criatura.
Algunos ya viven allí; otros lo intuyen… muchos hemos soñado con su existencia, se nos ha hablado de nuevos caminos que se pierden en la niebla. Es difícil para la lógica terrestre ver a través de ella, pero más equilibrio se ha de tener para no “perder la sonrisa”, para no vivir anestesiado mientras se pretende ver a través de la niebla. Es algo así como que el ascenso es difícil, pero es un juego de niños comparado con el posterior descenso… también necesario, y sólo logrado con maestría por quienes no pierden la atención ni un solo segundo. Ya se han visto y experimentado demasiados casos de seres que, a cambio de VER, han pagado por ello con su propia alegría verdadera, convirtiéndose el viajero o viajera en un “santo”, “vidente”, “persona realizada”, pero que ha perdido su esencia, creyendo que las llamadas “apariencias” carecían de valor en comparación con lo que ahora es capaz de VER –el Absoluto, sin fronteras…-. Aniquiló sus emociones y su identidad, en un intento desesperado por deshacerse del ego… en lugar de utilizarlo como una cabalgadura adecuada para su existencia en este plano. Un ego bien utilizado, en su sitio –en el rol de caballo, bajo órdenes del Ser Superior, y no al revés…-, no hace ningún mal al Universo ni a quien lo posee. Pero estos “seres realizados” aniquilaron su ego –en realidad sólo dejaron de sentir que existía, porque la existencia como entidad separada necesita de un Yo…-, e hicieron desaparecer sus emociones: se anestesiaron. ¿Es ésta la única y verdadera forma de dejar de sufrir? Personalmente lo probé, y no me sirvió. Comprendí entonces lo que cierto pájaro azulado me había contado acerca de haber llegado a estas metas y considerarlas no interesantes… el caso es que es un estado de existencia tentador, y tanta gente buscadora queda atrapada en él…
Sin embargo, Terra Nova sólo puede ser alcanzada por aquellos que, conociendo ELLO, “no pierden la sonrisa”; es una nueva Tierra de seres humanos que maduraron sin anularse, que despertaron sin perderse a sí mismos en el Absoluto. Que, como consecuencia, hicieron la paz entre ellos y con el resto de seres; aman al planeta que los acoge, no devoran animales, no talan árboles ni agujerean la Tierra… que utilizan la tecnología sin cruzar esa línea roja a partir de la cual no permanecería el equilibrio… El Universo da siempre un precioso margen de actuación –el mal entendido libre albedrío, actualmente sobrepasado con creces-, dentro del cual no producimos desequilibrios importantes, y en él debería mantenerse la actividad tecnológica, así como el resto de aspectos de la vida, desde lo más trascendente a lo más cotidiano y aparentemente sin importancia, ya que no existe diferencia alguna entre ninguna cosa…
En base a una hermandad que no sólo tiene Paz, Armonía y Verdad, sino también Amor y Cariño Verdadero, entre todos sus componentes y hacia el exterior –sólo aparente, ya que no hay nada que pueda considerarse “de fuera”-; la auténtica Terra Nova no precisa de gran cosa para ser una realidad: ni ejércitos ni gobierno, ni posesiones, ni defensas, ni creencias… todos hemos oído acerca de un Principio de la Creación; sin embargo tras el retorno a este estado original, a este Edén; se supone que hemos aprendido ciertas cosas, y por tanto se nos exige actuar de acuerdo a nuestro nivel: existe un margen de actuación que nos permite “jugar” con nuestras mentes y tecnologías… en él, la Música suena en cada ser humano, se oye por doquier, y también el Silencio, tan valioso, sagrado y necesario para la vida. Es algo así como la base sobre la que edificar el resto, la tierra en la que enraízan los árboles sonoros.
En un lugar como este, no existen barreras de ningún tipo, ni siquiera visuales, auditivas o telepáticas, ni tampoco físicas; es por eso que Terra Nova no tiene verdaderas fronteras ni siquiera con “el exterior”, porque desde ALLÍ todo se percibe como UNO.
Terra Nova
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